Finlandia, Corea del Sur y Polonia son referencias en diversas
realidades respecto a la calidad y progreso educativo. A Finlandia se le destaca la calidad de sus
profesores, a veces explicada como un círculo virtuoso: docentes mejores
preparados, entonces mejor capacitados, con
cierta autonomía que les daría satisfacción y por consiguiente propensos a quedarse en el
puesto. A Corea del Sur, se le reconoce la exigencia académica de sus estudiantes (rigor de la asistencia después de clases) y familias conscientes de la preparación
como factor de éxito. El caso de Polonia es reciente, se le empieza
a distinguir por los últimos resultados en la prueba PISA, con la receta de mejores
maestros, mejores resultados.
El nivel educativo de estos tres países lo recoge Amanda
Ripley en su libro “The Smartest Kids in the World” (los niños más inteligentes
del mundo), escrita como novela desde la perspectiva de tres estudiantes estadounidenses
de secundaria que visitan estos países por el intercambio
escolar. Deja a la educación Estadounidense
como lejana de la realidad educativa de estos países que destacan en el ranking de la prueba
PISA (2012).
Adjunto un resumen de este interesante libro que aún no está en español:
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